El 4 de febrero se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer, fecha en que las organizaciones y personas alrededor del mundo hacen conciencia sobre este padecimiento, a fin de fortalecer las acciones de prevención y control de esta enfermedad en favor de la salud; es por ello que el Hospital San José de Querétaro comparte esta información contigo.
De acuerdo a cifras de la organización World Cancer Day, esta enfermedad provoca cada año la muerte de 9,6 millones de personas, siendo la segunda causa de fallecimiento en el mundo; esta cifra supera las muertes por VIH/SIDA, malaria y tuberculosis en conjunto al año.
Hasta un 65 por ciento de estas pérdidas se presenta en países en vías de desarrollo o subdesarrollados. Se calcula que el coste económico anual total del cáncer es de alrededor de 1,16 billones de USD.
El Instituto Nacional de Cancerología (INCan) estima que fortaleciendo la atención médica primaria en padecimientos de cáncer, hasta 4 de cada 10 casos pueden ser prevenibles mediante estrategias de detección temprana y tratamiento oportuno, adecuadas a los recursos.
El cáncer es una enfermedad que se presenta cuando los cambios que se producen en un grupo de células normales del organismo generan un crecimiento anómalo e incontrolado que da lugar a un bulto llamado tumor; esto ocurre con todos los cánceres, a excepción de la leucemia (cáncer de la sangre).
Si no se tratan, los tumores pueden crecer y diseminarse por el tejido normal circundante o a otras partes del organismo a través de la corriente sanguínea y del sistema linfático y pueden afectar al aparato digestivo, al sistema nervioso y al aparato circulatorio, o liberar hormonas que tal vez afecten a las funciones del organismo.
Existen diversos tipos de cáncer, aunque son 5 los principales tipos de acuerdo al tipo de célula de donde se originan:
Cáncer que se origina a partir de las células epiteliales (el revestimiento celular que ayuda a proteger los órganos o que los rodea). Los carcinomas pueden invadir los tejidos y los órganos circundantes y formar metástasis en los ganglios linfáticos y en otras zonas del organismo. Las formas de cáncer más frecuentes dentro de esta categoría son.
• El de pulmón
• El de hígado
• El colorrectal
• El de estómago
• El de mama.
Un tipo de tumor maligno del hueso o de las partes blandas (grasa, músculo, vasos sanguíneos, nervios y otros tejidos conjuntivos que proporcionan sostén a los órganos y los rodean). Las formas más frecuentes de sarcoma son:
• Leiomiosarcoma
• Liposarcoma
• Osteosarcoma.
El linfoma y el mieloma son cánceres que se originan en las células del sistema inmunitario. El linfoma es un cáncer del sistema linfático, que recorre todo el organismo, así que puede aparecer en cualquier parte. El mieloma (o mieloma múltiple) comienza en las células plasmáticas, un tipo de leucocito que produce anticuerpos para ayudar a combatir las infecciones. Se trata de un cáncer que puede afectar a la capacidad de las células para producir anticuerpos con eficacia.
La leucemia es un cáncer de los leucocitos y de la médula ósea, el tejido que forma glóbulos sanguíneos. Existen varios subtipos; los más comunes son:
• Leucemia linfocítica
• Leucemia linfocítica crónica.
Se conocen como cánceres del sistema nervioso central. Algunos son benignos, pero otros pueden crecer y diseminarse.
Se clasifican en dos tipos, modificables y no modificables:
Alcohol –El alcohol puede aumentar el riesgo de seis tipos de cáncer: de colon (colorrectal), de mama, de boca, de faringe y de laringe (de boca y de garganta), esofágico, de hígado y de estómago.
Sobrepeso y obesidad – El exceso de peso se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar 12 tipos diferentes de cáncer, incluidos el colorrectal y el pancreático. En general, cuanto más aumente el peso, en particular en el caso de los adultos, mayor es el riesgo de cáncer.
Alimentación y nutrición – Según los expertos, la alimentación y la ingesta nutricional, sobre todo en el caso de las dietas con mucha carne roja, carne procesada y alimentos con sal y con poca fruta y verdura, repercuten en el riesgo de cáncer.
Actividad física – La actividad física habitual no solo ayuda a reducir el exceso de grasa corporal y el riesgo de cáncer asociado, sino que mantenerse activo físicamente puede ayudar a minimizar el riesgo de desarrollar cáncer de colon, de mama y de endometrio [5].
Tabaco – El humo del tabaco contiene al menos 80 sustancias diferentes que causan cáncer (carcinógenos). Al inhalar el humo, las sustancias químicas entran en los pulmones, acceden a la corriente sanguínea y recorren el organismo. Por eso, fumar o mascar tabaco no solo causa cáncer de pulmón y de boca, sino que también se asocia a muchos otros cánceres.
Radiación ionizante – Las fuentes de radiación artificiales pueden causar cáncer y suponen un riesgo para los trabajadores. La exposición prolongada y sin protección a la radiación ultravioleta del sol, las lámparas solares y las camas bronceadoras también puede causar melanoma y neoplasias malignas en la piel.
Riesgo en el lugar de trabajo – Algunas personas se arriesgan a exponerse a sustancias carcinógenas debido al trabajo que desempeñan.
Infección – Alrededor del 70 % de los cánceres de cuello de útero se debe a infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) mientras que el cáncer de hígado y el linfoma no hodgkiniano pueden ser consecuencia del virus de la hepatitis B y de la hepatitis C[12], y los linfomas están relacionados con el virus de Epstein-Bar.[13]
Una parte de los cánceres puede ser causada por una infección viral.
Peso corporal, dieta y actividad física – Los expertos en cáncer estiman que mantener un peso saludable, hacer cambios hacia una dieta más saludable y realizar actividad física regularmente puede evitar aproximadamente una de tres muertes por cáncer. También se sabe que la alta ingesta de carne roja y procesada y la baja ingesta de frutas y vegetales frescos incrementan el riesgo de padecer cáncer.
Edad – La prevalencia de muchos tipos de cáncer aumenta con la edad. Cuantos más años viven las personas, mayores son la exposición a los agentes carcinógenos y el tiempo del que se dispone para que se produzcan cambios o mutaciones genéticas en sus células.
Sustancias que producen cáncer (carcinógenos) – Los genes son los mensajes codificados del interior de la célula que le indican cómo comportarse (es decir, qué proteínas fabricar). Las mutaciones o las modificaciones del gen, como los daños o las pérdidas, pueden alterar el comportamiento de la célula. Algo que daña una célula, cambia su comportamiento y aumenta las probabilidades de que se vuelva cancerosa se denomina “carcinógeno”.
Genética – Algunas personas, por desgracia, nacen con un riesgo alto, que se hereda genéticamente, de padecer un cáncer concreto («predisposición genética»). Esto no significa que vayan a desarrollar ese cáncer seguro, pero la predisposición genética aumenta las probabilidades.
Sistema inmunitario – Las personas con el sistema inmunitario debilitado se exponen a un mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. En este grupo se incluyen las personas que se han sometido a trasplantes de órganos y toman medicación para deprimir su sistema inmunitario y detener el rechazo del trasplante, así como las personas con VIH o sida, o con otras enfermedades que reducen la inmunidad ante las enfermedades.
Los signos y los síntomas son señales de lesión, enfermedad o dolencia: señales de que algo no está bien en el cuerpo.
Estos dependerán de la localización del cáncer, cuán grande es, así como de qué tanto afecta a los órganos o los tejidos. Si un cáncer se propaga (hace metástasis), entonces los signos o síntomas pudieran aparecer en diferentes partes del cuerpo.
Entre los signos y síntomas generales del cáncer se encuentran:
La mayoría de las personas con cáncer experimentará pérdida de peso en algún momento, sin razón aparente; esto ocurre con más frecuencia en caso de cáncer de páncreas, estómago, esófago o pulmón.
La fiebre es muy común en los pacientes que tienen cáncer, aunque ocurre con más frecuencia después que el cáncer se ha propagado del lugar donde se originó. Esto especialmente en personas con cáncer que afecta al sistema inmunológico o toma tratamientos que lo deprimen.
El cansancio es un agotamiento extremo que no mejora con el descanso, puede ser un síntoma importante a medida que el cáncer progresa.
El dolor puede ser un síntoma inicial de algunos cánceres, tales como el cáncer de los huesoso el cáncer testicular. Un dolor de cabeza que no desaparece o que no se alivia con tratamiento puede ser un síntoma de un tumor cerebral. El dolor de espalda puede ser un síntoma de cáncer de colon, recto u ovario. Con más frecuencia, el dolor debido al cáncer significa que ya se propagó del lugar donde se originó (metástasis).
Estos signos y síntomas incluyen:
• Oscurecimiento de la piel (hiperpigmentación).
• Coloración amarillenta de la piel y de los ojos (ictericia).
• Enrojecimiento de la piel (eritema).
• Picazón (prurito).
• Crecimiento excesivo de vello.
Además, existen un conjunto de síntomas y signos específicos de diversos tipos de cáncer de acuerdo a su origen, localización o tamaño.
De acuerdo a datos del INCan, en México, dentro de las enfermedades no transmisibles, el cáncer es la tercera causa de muerte, con una incidencia alta en la población económicamente activa -entre 40 y 50 años-, lo que causa una pérdida de productividad pronosticada en los 70 mil millones de pesos por incapacidad y por el aumento prematuro de los tumores malignos en pacientes jóvenes.
Para 2020 los casos de cáncer, derivados de los factores de riesgo como estilos de vida poco saludables y el envejecimiento de la población, podrían alcanzar la cifra de un millón 200 mil.
Más de un tercio de todos los cánceres puede evitarse reduciendo la exposición a factores de riesgo como el tabaco, la obesidad, la inactividad física, las infecciones, el alcohol, la contaminación ambiental, los carcinógenos asociados con el trabajo y la radiación.
La prevención de determinados tipos de cáncer también puede ser efectiva mediante la vacunación frente al virus de la hepatitis B (VHB) y frente al virus del papiloma humano (VPH), que contribuyen a la protección frente al cáncer de hígado y de cuello uterino, respectivamente.
Algunas de las medidas más recomendadas por especialistas son:
1. Conozca sus antecedentes familiares
2. Mantenerse alejado del tabaco
3. Protegerse adecuadamente del sol
4. Comer bien y hacer ejercicio
5. Protéjase mediante vacunación de Hepatitis y del VPH
6. Acuda a su médico al menos cada 6 meses para valoración
7. Realícese exámenes y pruebas de laboratorio e imagen al menos una vez por año
También es importante seguir las guías para las pruebas de detección recomendadas, las cuales son útiles para detectar ciertos tipos de cáncer en sus etapas iniciales.
Estas pruebas son usadas para detectar el cáncer antes de que la persona presente síntomas.
Consulte con su médico sobre las pruebas que pueden ser buenas opciones para usted, y con un representante de su seguro médico acerca de la cobertura. Lo más importante es hacerse la prueba, independientemente de la prueba que escoja.
Si se encuentra en buen estado de salud, debe continuar haciéndose las pruebas de detección en forma periódica hasta los 75 años.
Al presentarse la menopausia, todas las mujeres deben ser informadas de los riesgos y los síntomas del cáncer endometrial. Las mujeres deben informar a sus médicos si presentan cualquier sangrado o manchado vaginal inesperado.
Puede que algunas mujeres, debido al historial que presenten, necesiten considerar una biopsia endometrial cada año. Por favor, consulte con su profesional de la salud acerca de su historial médico.
Se recomienda una tomografía computarizada de baja dosis cada año como prueba de detección del cáncer de pulmón para ciertas personas en alto riesgo de padecer este cáncer que cumplan las siguientes condiciones:
Antes de hacerse la prueba de detección, usted debe consultar con su doctor acerca de:
Además, debe comunicarse con un representante de su seguro médico para que se informe sobre su cobertura de salud.
Se recomienda que los hombres consulten con los doctores para tomar una decisión basada en información sobre si deben o no someterse a las pruebas de detección para el cáncer de próstata. Los hombres no deben hacerse las pruebas sin enterarse primero sobre lo que se conoce y lo que no se conoce sobre los riesgos y los posibles beneficios de las pruebas y el tratamiento.
A nivel global, la mayoría de los cánceres puede detectarse de manera temprana. Cuando un cáncer se detecta en una fase temprana —y se combina con un tratamiento adecuado—, la posibilidad de sobrevivir más de cinco años es mucho más elevada que cuando se detecta en una fase posterior en la que el tumor se ha extendido y la enfermedad está más avanzada.
Por ello le invitamos a que:
Fuentes: SSA, American Cancer Society, World Cancer Day, Instituto Nacional del Cáncer