En México, hasta el 40 por ciento de los varones mayores de 50 años de edad puede padecer disfunción eréctil secundaria a padecimientos como hipertensión arterial, ansiedad, inactividad física, sobrepeso, consumo de bebidas alcohólicas, fumar y estrés.
La disfunción eréctil es la incapacidad de iniciar o sostener la erección durante una relación sexual y se clasifica en dos grupos: la orgánica y psicógena.
La Disfunción Eréctil Orgánica se caracteriza por tener un origen físico, generalmente en adultos con más comorbilidades como las señaladas anteriormente.
Además, hasta un 30 por ciento de los pacientes que padecen disfunción eréctil, tiene tapadas las arterias coronarias (arterias del corazón), por lo que este padecimiento está íntimamente relacionado con aquellos que tienen colesterol o triglicéridos altos, ya que también se pueden tapar las arterias de los cuerpos cavernosos del pene así como las de toda su anatomía.
La Disfunción Eréctil Psicógena es derivada de algún proceso mental, es más común entre los jóvenes.
La mayoría de los pacientes jóvenes que padecen de esta enfermedad enfrentan problemas laborales, financieros, familiares y afectivos, lo cual les genera ansiedad, por ello requieren atención médica especializada y, en algunos casos, tratamiento para que puedan desarrollar normalmente la erección durante la relación sexual.
De acuerdo a los especialistas, la mayoría de las personas que viven este padecimiento se cura, especialmente si es psicógeno el origen.
No te quedes callado, si vives algún problema de erección consulta a tu médico o especialista para ser atendido; debes considerar que esta enfermedad afecta tu relación en pareja y otras áreas de la vida por la carga emocional que conlleva.